Los
que saben
de servicios
farmacéuticos
NO COMPRAN
NI VENDEN
medicamentos
sin analizar
precios con
la base de
datos del
Sistema
VMI-CFN
Suscríbase
a la
VERSION ESPECIAL
PRICE-PLUS
INSTITUCIONAL
Exporta
a tablas los CUM,
Código ATC, Código POS
y últimos precios encuestados:
Precio
Institucional de Compra
Precio Distribuidor Encuestado
Precio Público Encuestado y
Precio Institucional Techo
|
Por
su importancia, transcribimos el Boletín
Informativo No. 52 (sep/09)
de la Junta de Unidad Médica
del Vallle del Cauca
SITUACION ACTUAL DEL MEDICO
Y
DE LA SALUD EN COLOMBIA
"LA CONTRATACIÓN LABORAL Y SU IMPACTO EN LA ATENCIÓN DE LOS
PACIENTES"
Ponencia ante del H. Senado de la República, del Dr. César Prieto Avila
Presidente Colegio Médico del Valle del Cauca
Vicepresidente de la Federación Médica Colombiana
La situación laboral de los
médicos colombianos a la que se ha llegado a raíz de los
cambios producidos por la reforma al Sistema de Seguridad Social
en Salud es de una gravedad tal, que ha conseguido afectar en
gran manera no solo la actividad profesional del medico sino su
vida personal y de familia, lo que lo coloca en alto riesgo para
un deterioro progresivo de sus condiciones de salud física y
mental produciendo graves consecuencias en su organismo, dentro
de su esquema familiar, en el entorno social en el que vive y
obviamente en su desempeño profesional.
En 1990 del 100% de
profesionales de la salud, que desarrollaban su actividad en los
campos de la asistencia, la docencia o la investigación, el 92%
tenían una vinculación laboral con nombramiento en cargos de
planta con una estabilidad garantizada y con remuneración
justa. Para 2003 solamente eran funcionarios de planta el 49%,
el resto estaban laborando así: por honorarios el 22%, por
paciente atendido el 12%, por horas laboradas el 24% y el 3%
restante dentro de otros esquemas de vinculación.
Solo 4 años más tarde, en
2007, solamente el 7% tenía un nombramiento en cargo de planta
o un nombramiento por término indefinido, al 14% se le pagaba
por horas laboradas, al 11% por honorarios y al 6% por paciente
atendido, al resto, 62% se hacía con la intermediación laboral
a través de las CTA (Cooperativas de Trabajo Asociado) con
contratos de prestación de servicios. Con esta modalidad los
médicos laboraban en promedio 10 horas diarias; sin embargo en
un trabajo de investigación, entre los médicos, realizado en
Cali por el Odontólogo Jesús Julio Gómez Galvis en 2006 para
optar a su titulo de Magister en Salud Publica,
encontró que el 57.6% de los encuestados laboraban más de 10
horas diarias, el 37% no tenían contrato laboral, el 78% no se
sentía bien remunerado y el 46% no tenía reconocimiento de
prestaciones ni afiliación a la seguridad social.
En otra publicación de 2008 se
anota que en promedio cada medico hacía 8 turnos nocturnos y/o
de fin de semana al mes, pero algunos llegaban a tener jornadas
hasta de 36 horas seguidas, para poder cubrir el mínimo de sus
necesidades económicas y familiares por la baja remuneración,
completándose el cuadro con que solamente un 68% estaba
afiliado a riesgos profesionales y un 12% no tenía afiliación
a salud y/o pensión por parte de su empleador o de su
cooperativa intermediaria. El 61% de los médicos trabajaba más
de 40 horas semanales y el 70% tenía más de un empleo.
Otro punto fundamental que
debemos dejar claro en este análisis es que los nuevos
conceptos de las teorías neoliberales y la industrialización
de la salud han producido en el proceso de atención en salud
cambios profundos y no necesariamente para mejorar los procesos,
estos son especialmente dos:
|
- Hoy, los administradores,
economistas, ingenieros y psicólogos industriales al servicio
de las compañías financieras, se sienten muy seguros
organizando con criterio industrial la prestación de los
servicios médicos y la misma práctica médica, enmarcándolos
totalmente bajo exigencias de rentabilidad; las tendencias a la
homologación de los procesos clínico-patológicos para darles
un "valor” económico contable, léase precio, y al
control gerencial del acto médico mediante la medición de
tiempos, es decir, de la "eficiencia" pues aquí sí
"el tiempo es oro", evidencian su desconocimiento del
ser humano como sujeto y en cambio dejan al descubierto una
concepción que, degradando al hombre, cuando convierte un
derecho como es la salud (valor ético) en mercancía (cosa), le
cambia a ese hombre por el lucro como objetivo final.
- El desarrollo
científico-técnico ha propiciado un cambio asombroso en la
medicina; su avance ha permitido conocer infinidad de procesos
que explican el porqué de muchas patologías, de eventos que
ocurren en el organismo humano y de las consecuencias de
relacionarse con su entorno. Esto ha generado una forma
simplificada de pensamiento en la ejecución del acto médico,
pues la explicación del cómo y el porqué de muchísimas
enfermedades han venido siendo dada por la ciencia. Como
consecuencia surgen dos tendencias distintas de
pensamiento-acción: Una en la que un Profesional investiga,
reflexiona y estudia permanentemente acerca de los procesos y
otra en la que un tecnólogo o un personal entrenado aplica la
tecnología sin la labor indagatoria por parte del médico. La
tendencia actual es, infortunadamente, la segunda en la cual se
suplanta el tratamiento del enfermo por el tratamiento de la
enfermedad. No es la persona, es la cosa o la mercancía y ya no
se necesita un profesional sino un personal entrenado,
desprofesionalizando a la Medicina y convirtiéndola en un
oficio.
Por otro lado la baja
remuneración con respecto a las duras jornadas de trabajo, la
demora en la cancelación de sus honorarios, el sometimiento a
tarifas que no retribuyen el esfuerzo e inversión de
cualificación para el desempeño profesional, la disminución
en el tiempo requerido para la correcta atención de un
paciente, la remuneración y contratación por productividad en
las cuales, el médico ingenuamente cree que supuestamente, a
mayor numero de pacientes vistos en determinado tiempo la
retribución es mejor, cuando en realidad es peor, puesto que lo
que realmente hace es aumentar volúmenes de consultas a un
precio unitario menor; todo esto lleva al medico a sentir que su
práctica profesional medica no se está rigiendo con los
principios de la calidad y la ética, ni la Medicina que
aprendió en las aulas universitarias.
Un estudio realizado por la
Defensoría del Pueblo sobre autonomía medica y su relación
con la prestación de los servicios de salud publicado en 2007,
revela que el 39% de los médicos se considera victima del
constreñimiento del Acto Medico que sistemáticamente practican
las EPS e IPS y ratifica con evidencias lo que hemos venido
afirmando como colectivo medico desde hace varios años.
La percepción que tienen los
médicos sobre la calidad de los servicios de salud que ellos
mismos están prestando, dentro del clima laboral que padecen,
según el trabajo de investigación ya mencionado del Dr. Gómez
Galvis, nos muestra unas cifras que son aterradoras, pero
muestran igualmente que el medico aún es consciente de las
consecuencias que las condiciones impuestas por las
corporaciones para el ejercicio diario de la profesión inciden
negativamente en la equidad, la oportunidad y calidad del
proceso de atención en salud que él está brindando,
situación que lo angustia afectando, nuevamente, su salud
emocional.
El 57.5% considera que la
atención que da a sus pacientes no satisfacen las necesidades
de salud de esas personas, el 56.4% dijo no tener autonomía
para formular medicamentos según su criterio clínico, el 55.1%
afirma que tiene restricciones administrativas para ordenar
exámenes complementarios de ayuda diagnóstica; 43.6% de los
entrevistados cree que las políticas tanto de las EPS como de
las IPS les ha obligado a disminuir la calidad de la atención
medica que brinda a sus pacientes, el 30.8% llega a afirmar que
estas circunstancias administrativas los ha llevado inclusive a
pasar por alto normas de la Ética Medica, el 50.7% se sienten
culpables de los problemas de salud que puedan presentársele a
sus pacientes así manejados en la evolución de sus
enfermedades. Esto ultimo es realmente preocupante pues el
medico es consiente de estar ejerciendo una mala práctica y
está actuando en contra de sus principios y de su ética
profesional; pero si no acata las normas de la corporación
deberá obligatoriamente renunciar y someterse él y su familia
a condiciones de vida que no son difíciles de prever.
El medico entonces no solamente
tiene que enfrentar esta disyuntiva ética, tiene que cargar con
la responsabilidad que resulta de las restricciones impuestas
por los empleadores para la correcta atención de los usuarios
sino que también debe soportar el escarnio publico cuando el
propio Ministro de la Protección Social puso un manto de duda
sobre el ejercicio profesional de todos los médicos colombianos
declarando que un porcentaje importante de fallas en el proceso
de atención en salud que terminan en eventos adversos son
producto de los errores médicos sin tener en cuenta estudios
realizados, en los que se revisaron los casos de demandas que
son conocidas por los Tribunales de Ética Medica, que mostraron
que el 71% de todas esas demandas, en cabeza de los médicos,
tenían como causa fallas administrativas de las entidades
prestadoras IPS o de las aseguradoras EPS .
"LA CONTRATACIÓN LABORAL Y SU IMPACTO EN LA ATENCIÓN DE LOS
PACIENTES"
Ponencia ante del H. Senado de la República, del Dr. César Prieto Avila
Presidente Colegio Médico del Valle del Cauca
Vicepresidente de la Federación Médica Colombiana
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Observatorio del Medicamento - Federación Médica
Colombiana
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