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enviados por Dr.Jaime Hoyos
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noticia publicada en El Espectador del 10 de octubre
de 2008
Consejo
de Estado declara nula la norma que ordenaba al FOSYGA
subsidiar el 50% de los medicamentos no incluidos en
el POS
Las EPS
deberán asumir, de forma transitoria, el costo
total de los medicamentos no incluidos en el POS,
después de que el Consejo de Estado declarara nula la
norma que ordenaba al Fosyga subsidiarle el 50 por
ciento.
La orden del Consejo
de Estado se debió a que el Ministerio de Protección
Social había expedido una resolución (2312, artículo
3 de 1998) que indicaba que el Fosyga debía subsidiar
la mitad de costo de los medicamentos, cuando no
estaba incluidos dentro del POS, Plan Obligatorio de
Salud.
"En caso de que
el medicamento no tenga un similar dentro del listado
y su prescripción sea insustituible, el valor se
reconocerá sobre el 50 por ciento P.M.P. promedio
vigente del total del tratamiento suministrado",
rezaba la norma, ahora declarada nula. La declaración
de nulidad se dio porque el Ministerio de Protección
Social expidió una norma para la que no estaba
facultada.
Por ello le pidió de
igual forma al Consejo Nacional de la Seguridad Social
que haga lo propio, porque sí tiene las facultades
para hacerlo, y expida una norma que regule el pago de
ese tipo de medicamentos. Mientras tanto, las EPS
deberán asumir el pago total de esos costos.
"El Fosyga no
puede asumir el 50 por ciento porque la norma que lo
regulaba fue decretada nula. El consejo debe haber
expedido otra norma, pero la EPS deben asumir el
costo", subrayó el magistrado Rafael Ostau de
Lafont, vicepresidente del Consejo de Estado.
Tobar
F. Economía de los medicamentos genéricos en America
Latina. Rev Panam Salud Publica. 2008; 23(1):59–67.
Economía
de los medicamentos genéricos en América Latina
La Revista
Panamericana de Salud Pública publica un artículo de
Federico Tobar del Centro de Estudios en Gestión y
Economía de la Salud, de la Facultad de Ciencias
Económicas, de la Universidad de Buenos Aires.
Para mayor información, dirigirse a Federico Tobar,
Calle Rodríguez Peña No. 608 (C1020ADN), Ciudad de
Buenos Aires, Argentina. Correo electrónico: federico@federicotobar.com.ar
Los
medicamentos son bienes de consumo, sin embargo, desde
el punto de vista económico poseen algunas
particularidades que los hacen específicos. Como
bienes de salud constituyen el recurso médico y
terapéutico más frecuentemente utilizado. Esto
significa que las limitaciones en su producción,
circulación y consumo pueden tener un importante
impacto negativo en la salud de la población y en la
distribución de las reservas de salud dentro de la
sociedad. La principal consecuencia de tales
limitaciones o fallas es el desajuste que se produce
entre los recursos ofertados y las necesidades de
salud de la población, lo que genera deficiencias en
el acceso a los medicamentos (1).
El
mercado de medicamentos es uno de los más complejos,
debido a la cantidad de actores involucrados y la
diversidad de papeles que estos desempeñan en el
proceso que va desde la producción hasta el consumo.
Aunque por sus características es difícil establecer
comparaciones, este mercado presenta algunas
analogías notables con otros sectores. Por ejemplo,
su alto ritmo de innovación es similar al del mercado
informático; la diversidad de los productos y el
tamaño y las complejidades de las empresas
productoras lo asemejan a la industria alimenticia; el
volumen de facturación es comparable al de la
industria bélica; y por la cantidad de
intermediaciones —y en especial por el número de
actores que participan en su financiación— es muy
similar al sector de servicios médicos.
En la
literatura especializada se han identificado varios
factores que limitan la competencia o que generan una
competencia imperfecta en el mercado de medicamentos,
entre ellos la elevada capacidad que tiene la oferta
para crear o inducir su propia demanda, su relación
de agencia imperfecta —ya que quien prescribe toma
las decisiones sobre su consumo en nombre del
paciente, aunque no cuenta con toda la información ni
toma siempre las decisiones más adecuadas en función
del costo—, la amplia protección por patentes y la
gran lealtad a la marca, además de la concentración
oligopólica que existe por segmentos de productos.
Sin embargo, todas estas manifestaciones realmente
tienen una misma causa: las asimetrías en la
información, que permite establecer una
diferenciación artificial de los productos, de manera
que aunque haya muchos fabricantes se mantiene la
tendencia a mantener monopolios y a transformar a los
consumidores en clientes cautivos.
En este
punto, vale la pena analizar con mayor detenimiento
tres consecuencias importantes de esta fuerte
diferenciación por marcas, característica de la
producción, la circulación y el consumo de los
medicamentos. Click
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