Federación Médica Colombiana y Asinfar
advierten que el nuevo esquema regulatorio debilita el control
estatal. Gobierno señala que protegerá a los consumidores por
razones de salud pública.
Hasta el primero de septiembre, el
precio máximo de venta al público de algunos medicamentos costosos
que no tuvieran competencia de otros con el mismo principio activo
(molécula) era fijado por el Gobierno.
Desde ese día, con la expedición de la circular 4, de los
ministros de Comercio y Protección y del delegado del Presidente en
la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos (Cnpm), Manuel Ramírez,
el precio de esas medicinas puede ser fijado por el fabricante o
importador.
La salida del régimen del control directo de precios de algunas
medicinas para enfermos renales y VIH-sida, entre otros, ha sido
rechazada por Asinfar (gremio de las farmacéuticas nacionales) y la
Federación Médica Colombiana, que consideran que con la circular,
que sentó las bases de la nueva política de regulación de precios
de medicamentos, se debilitan los mecanismos de control del Estado.
Esa nueva política tiene al sector farmacéutico viviendo una
'calma chicha', pues la Cnpm se apresta a clasificar en libertad
vigilada, libertad regulada o en control directo a cerca de 5.300
medicinas que se venden en Colombia.
El recién creado Grupo Asesor de la Cnpm decidirá, entre otros
aspectos, si un medicamento tiene o no competencia. De esto depende
que se clasifique en uno u otro régimen de precios.
Cada uno de los dos gremios farmacéuticos (Asinfar y Afidro, este
último de las multinacionales) buscó salvaguardar los intereses de
sus afiliados y esperaba una circular acorde con sus aspiraciones,
las cuales fueron satisfechas parcialmente al tiempo que les
surgieron preocupaciones por algunas de las razones y por la
discreción que se reservó el Gobierno para clasificar los
medicamentos.
Según el Observatorio del Medicamento de la Federación Médica
Colombiana, la circular 4 fue concertada entre los principales
productores y vendedores de medicinas sin tener en cuenta a los
compradores y demandantes de las mismas: EPS, IPS (hospitales, clínicas),
grandes consumidores, médicos, pacientes, distribuidores, cadenas y
grandes superficies, entre otros.
Observamed también critica el hecho de que medicamentos sin
competidores, que podrían abusar de una posición dominante y
entraban automáticamente a control directo de precios, "con la
nueva regulación entrarán en régimen de libertad regulada" y
si se portan más pasarían a control directo.
Esto, agrega, debilita los recursos legales del Estado frente a las
prácticas monopólicas en este mercado.
El Gobierno no comparte esos temores puesto que, asegura, goza de
una amplia discreción para clasificar en libertad regulada o
control directo los medicamentos que considere necesarios para
proteger la salud pública.
Incluso, dijo una fuente oficial, si en este momento algún
laboratorio o comercializador se aprovechara y aumentara
abusivamente los precios, en el primer reporte del año próximo el
Gobierno lo detectará y aplicará la correspondiente sanción:
clasificar su producto en el régimen de control directo durante por
lo menos 12 meses.
Aún no rige
La nueva clasificación de las medicinas, que tiene que realizar
la Cnpm y que debía regir desde el primero de noviembre, no está
lista.
Con la circular 5, la Cnpm aplazó para el primero de febrero del
2007 la vigencia de la nueva regulación de precios, pues los
trabajos para recoger en ocho países los precios de medicinas
similares o iguales a los que se venden en Colombia aún no han
arrancado en forma.
Tampoco se han diseñado los formatos para que el sector farmacéutico,
las EPS e IPS (hospitales, clínicas) distribuidores mayoristas
reporten los precios ni está listo el sistema de información para
recibirla y procesarla