HOSPITALIZACION
DE PEDIATRIA: UN SERVICIO NO RENTABLE
LOS
NIÑOS Y NIÑAS AMENAZADOS CON EL CIERRE DE CAMAS DE
HOSPITALIZACION PORQUE ESTE SERVICIO NO ES “RENTABLE”
La Sociedad
Colombiana de Pediatría Regional Bogotá desde hace varios
años viene registrando con preocupación el cierre de camas de
hospitalización para pacientes pediátricos en la ciudad. El
tema comienza con el cierre del Hospital Infantil Lorencita
Villegas de Santos en el año 1.999, seguida por el cierre de la
Clínica del niño Jorge Bejarano, grandes centros hospitalarios
especializados y cunas del conocimiento en la pediatría a nivel
nacional cerrados, aduciendo graves problemas de “administración
“y “cargas prestacionales excesivas”, cuando el tema real
era la baja rentabilidad, sin importar el impacto que en la
salud de los niños y niñas de la ciudad tendría este cierre.
En los años siguientes, lejos de mejorarse este panorama, la
situación se agrava con el cierre del servicio de pediatría de
la Clínica de Occidente, que cierra sus camas de
hospitalización, cuidado intensivo pediátrico y la atención
de urgencias. Viene entonces el cierre de camas de pediatría de
la clínica Policarpa del Grupo Saludcoop, así como del
servicio de pediatría de Epsiclínicas, institución del mismo
grupo. Otros hospitales generales han venido disminuyendo
progresivamente las camas de hospitalización para niños,
niñas y adolescentes y hoy asistimos al cierre del servicio de
pediatría (urgencias y hospitalización) de la Clínica Palermo
que atendía en promedio 1.200 consultas de urgencias
pediátricas al mes, por la misma razón: baja rentabilidad.
Estos espacios
en las instituciones han sido después ocupados por servicios de
salud de “mayor rentabilidad”, como son los servicios de
cirugía de adultos, servicios de alto costo y otros más,
primando el interés económico sobre cualquier otro y ante la
mirada indolente de las entidades Gubernamentales y de los
organismos de control que han hecho oídos sordos ante esta
grave situación, mientras que los niños y niñas siguen
llegando a los servicios de urgencias a ser atendidos por
personal no especializado, en condiciones indignas y si
requieren hospitalización deben someterse a varios días de
espera para conseguir ser ubicados en uno de los pocos servicios
de pediatría que quedan abiertos.
Es inconcebible
que pasando por encima de la Constitución Política de Colombia
en la cual se destaca no solo el derecho a la vida y la salud de
niños, niñas y adolescentes sino el derecho prevalente que
ellos tienen, es decir, que lo hace primordial ante otros
derechos, esté ocurriendo que en el sistema de salud primen
únicamente los intereses económicos que ponen en peligro los
derechos fundamentales de niños y niñas a la salud y a la
vida. El Presidente de la República, el Ministro de la
Protección social, la Superintendencia de Salud y la oficina de
la Procuraduría encargada de los derechos de la niñez y todas
aquellas autoridades gubernamentales deben tomar cartas en este
asunto de forma inmediata para garantizar los derechos
fundamentales de los niños y niñas a la Salud.
La Sociedad
Colombiana de Pediatría no solamente rechaza de manera
vehemente esta situación que amenaza los derechos de los niños
y conmina a las madres y padres de familia, a los profesionales
de la salud y a la opinión pública en general a manifestarse
ante tan grave hecho sino que solicita a las entidades regular
el tema para garantizar que las instituciones públicas y
privadas mantengan y fortalezcan los servicios que requieren
para su atención los niños y las niñas y las EPS reconozcan
los costos reales que se requieren para la atención de esta
población, que es la más vulnerable y requiere de toda la
protección del Estado y de la Sociedad.
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COLOMBIANA DE PEDIATRIA |