Por su
importancia, transcribimos artículo de El Pulso
Control a
precios de medicamentos: Insuficiente, tardío y sin "mea
culpa"
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El
periódico El Pulso, el medio especializado en salud
más prestigioso del país, publica en su edición de
junio un análisis de las últimas medidas adoptadas por
el gobierno en relación con el precio de los
medicamentos. Para ver el artículo "Control
a precios de medicamentos: insuficiente, tardío y sin
mea culpa" de Juan Carlos Arboleda, pulse
Click aquí. |
Aunque la escalada del precio de
medicamentos recobrados al Fosyga comenzó hace unos 4 años,
las medidas para enfrentarla iniciaron apenas en los últimos
150 días del gobierno Uribe. En febrero el Ministerio de la
Protección Social anunció que dos medicamentos para la
artritis y la psoriasis (Enbrel y Etanar) bajaban de precio,
para ahorrar $10.000 millones; la decisión se sumaba a una
similar tomada semanas antes para algunos medicamentos de
VIH/sida y que ahorrarían $32.000 millones. Los anuncios
continuaron para más de 50 medicamentos, pero el bloque grueso
de medidas llegó con actos administrativos como la resolución
649 que fijó precios máximos para recobro de algunos
medicamentos, el decreto 1313 y la resolución 1424 de
importaciones paralelas.
Según el senador Juan Manuel Galán, el
aumento de recobros de medicamentos No-POS creció entre 2006 y
2009 un 280%; y de acuerdo con cifras del Ministerio, el número
de recobros provenientes del régimen contributivo pasó de
835.000 solicitudes en 2007 por $626.000 millones, a la
escalofriante cifra de 2 millones de solicitudes por $1.85
billones en 2009.
Para el consultor Iván Jaramillo, el
fenómeno no es exclusivo de las EPS e incluye a los entes
territoriales, y obedecería a una estrategia, por cuanto
recobrar eventos No-POS salvaguarda el ingreso de la Unidad de
Pago por Capitación (UPC) y permite especular con los márgenes
de intermediación cobrados por eventos prestados.
Las medidas
En esencia, el gobierno busca controlar
el aumento del costo de recobros por medicamentos No-POS al
Fosyga y generar reducción de precios al motivar competencia
más abierta en el mercado nacional a través de las
importaciones paralelas. Si bien las medidas son plausibles para
enfrentar la crisis financiera del sistema de salud, el tomarlas
una vez caída la emergencia social demostró que ésta no se
necesitaba para enfrentar el problema, y de manera no
explícita, el gobierno da la razón a los críticos de la
emergencia y a la Corte Constitucional cuando sostuvo que había
otras vías para enfrentar la crisis.
Las medidas fueron tomadas luego de que el presidente Álvaro
Uribe manifestara su preocupación sobre el tema e instara a una
especie de pacto: "Les he dicho a los laboratorios, a los
distribuidores, a las EPS: no se trata de ponerles una camisa de
fuerza, pero sí introdujimos normas que permitan que los
gobiernos intervengan cuando haya abuso con el precio de alguna
medicina. Invito a toda la cadena: laboratorios, EPS,
distribuidores, a que se haga un gran esfuerzo para racionalizar
el valor de los medicamentos en Colombia". En sus
declaraciones se reconoce también, tácitamente, cierta
causalidad del problema: “Se han respetado normas muy
importantes de propiedad intelectual, normas de patentes,
protección de datos de pruebas y esto no puede llevar a que en
Colombia impunemente se abuse de los precios de los
medicamentos".
Por su parte, en el Ministerio la
preocupación venía de tiempo atrás; un estudio sobre el
comportamiento de recobros entre 2002 y 2005 mostró que el
incremento significativo no podía explicarse por el aumento de
afiliados al sistema ni por ajustes de precios, y apuntaba a
recobros realizados a cualquier precio y a posibles prácticas
perversas en la definición de valores. De allí que el alto
costo de los medicamentos y su peso en el sistema de salud,
impulsado ante todo por lo No-POS, se convirtiera en uno de los
principales argumentos de la emergencia social y se incluyera en
los considerandos del decreto 4975, donde se reseñó un estudio
de Afidro que evidenciaría que el valor de algunos medicamentos
recobrados a Fosyga excedía por mucho los precios de venta de
los laboratorios y que en algunos casos el número de unidades
recobradas era superior a las reportadas como vendidas en el
país.
Ante esta evidencia, el Ministerio
utilizó la información para legitimar la necesidad de la
emergencia. No se sabe si el Ministerio puso el caso en manos de
organismos de control, incluyendo a la DIAN, puesto que las
importaciones paralelas no estaban autorizadas y la práctica se
podría constituir en contrabando o por lo menos en acciones
cuestionables y delictuosas. Sin embargo, para analistas del
sistema que pidieron reserva sobre sus nombres, el estudio de
Afidro podría pretender desviar la atención del alto costo de
medicamentos a otros actores del sistema diferentes a las
farmacéuticas, aunque los mismos analistas reconocen que se han
dado casos de recobros que superan en 600 y 800% el valor de
venta de los laboratorios. El estudio indicaría por ejemplo que
un medicamento para controlar el colesterol y cuyo precio de
venta promedio es de $5.062 pesos la unidad, fue recobrado al
Fosyga a $10.056 pesos; pero los ejemplos no terminan allí,
como se ve en el Cuadro No. 1:
La clave del problema, señala
el doctor Sergio Isaza de la Federación Médica Colombiana,
está en la cadena de intermediarios, que va desde el
laboratorio e incluye a distribuidores, farmacias, hospitales y
EPS: “Cada uno de ellos le agrega precio al producto y esto
hace que los fármacos acaben siendo recobrados a precios
desbordadamente altos”.
Juan Manuel Díaz-Granados, presidente de Acemi, señaló que no
es justo que se quieran achacar los sobrecostos a las EPS:
"Nuestro papel se limita a cobrarle al Fosyga, con soporte
de facturas, lo que nos cobran proveedores, hospitales y demás
intermediarios por los medicamentos. En Colombia no hay reglas
para fijar márgenes de intermediación y el principio definido
por el Estado fue de libertad, con el objeto de que el mercado
regulara los precios". Agrega un elemento preocupante:
"En Colombia no se ha definido qué se considera abuso y
qué no, y tampoco está regulada la proporcionalidad ni
racionalidad de los márgenes”.
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Desde el año 2007 la Federación Médica Colombiana
advirtió que la desregulación de precios de
medicamentos precipitaría la crisis financiera del
sistema de salud
Ver
Presentación de la FMC
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FMC
publica nueva página de seguimiento cronológico de la etapa post-emergencia social
La Federación
Médica Colombiana publicó una página de seguimiento
documental cronológico al período de emergencia
social, que culminó con la declaratoria de
inexequibilidad (click
aquí para ver). Hoy, la FMC continúa para sus
afiliados, los profesionales de la salud y todos los
estudiosos de estos temas, el registro cronológico
de análisis, pronunciamientos, noticias
y opiniones que se producen en este momento histórico
de reformas.
Click
aquí para ver cronología
actualizada.
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Cuadro
No. 1
Y
Juan Carlos Giraldo, director de la Asociación Colombiana de
Hospitales y Clínicas, considera que la gestión y
administración de medicamentos dentro de las instituciones
tienen impacto en su precio, pero eso no podría considerarse
sobrecosto, pues fármacos e insumos no tienen el mismo valor
para todos los hospitales: "Depende de la capacidad de
negociación de cada entidad, de su nivel de complejidad,
volúmenes de compra y ubicación geográfica".
Acciones insuficientes
Según
el Observatorio del Medicamento (Observamed), los recobros
pasaron de $4.000 millones entre 1997 y 2000 a más de $1
billón en 2008 y casi $1.9 billones en 2009. Para su director,
Oscar Andia, las medidas del gobierno son importantes pero no
suficientes para enfrentar el tema, y no ahorrarán $300.000
millones como dijo el ministro Diego Palacio, entre otras
razones porque el congelamiento de precios se hizo sobre el
valor de los últimos 3 meses, el cual ya era alto, y como
máximo evitarán que los recobros sigan creciendo, pero no los
disminuyen; además, muchos medicamentos de los listados son “jarabitos”
y productos que nadie recobra o que no tienen un peso
significativo.
Las
importaciones paralelas las considera parte de la solución pero
insuficientes debido a la desregulación de precios permitida
por la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos desde 2006:
“Es indispensable que la iniciativa se complemente con una
efectiva regulación de precios de medicamentos que permita
identificar qué productos exclusivos o con considerable poder
de mercado serían realmente susceptibles de ser sometidos a
importaciones paralelas para garantizar que en segmentos de
mercado con alta competencia, la información fluya
adecuadamente. Asimismo, es indispensable que se contemple el
otorgamiento de licencias obligatorias en medicamentos de
interés público”.
Para
Observamed, el problema radica en la desregulación de precios
que comenzó con la Circular 01/04, y se profundizó luego del
estudio contratado por los gremios farmacéuticos y que condujo
a la expedición de las circulares 01 y 04 de 2006, donde se
desreguló el precio de medicamentos en Colombia, priorizando la
Libertad Regulada en vez del Control Directo y cuyos efectos no
se resuelven con importaciones paralelas. Lo grave es que desde
ese entonces, entidades como Observamed, Ifarma, Misión Salud,
entre otras, llamaron la atención sobre el futuro desequilibrio
del sistema por el gran peso financiero de las medidas, pero
todos los argumentos sustentados con cifras los ignoró el
gobierno.
Una
razón valida para dudar de la efectividad de las importaciones
paralelas como única solución al problema de precios, es que
la industria farmacéutica multinacional implementó hace tiempo
controles de venta en cada país para garantizar que sus
productos se comercialicen exclusivamente en cada nación a
través de representantes autorizados; así mantienen sus
márgenes de ganancias globales e impiden competir con sus
mismos productos en regiones diferentes, esto amparado en
cláusulas contractuales.
Hasta
ahora el gobierno no reconoce que detrás del desbordado
crecimiento del precio de medicamentos están sus decisiones de
desregular y dejar el tema al libre mercado (según analistas,
la medida fue tomada como coqueteo para la aprobación del TLC
con EU).
Antes
de la Circular 04/06 existía una norma simple y eficaz: control
directo a moléculas con menos de 3 oferentes en el mercado. No
es coincidencia que el estudio de Health Action International
(HAI) en 93 países, mostrara que Colombia tiene los
medicamentos más caros del mundo (más que Estados Unidos,
Inglaterra, Alemania). Para Observamed, de continuar con la
política anterior de control directo, se habría evitado la
hemorragia financiera del sistema de salud: “¿Por qué en
lugar de hacer cumplir la norma, el gobierno optó por
derogarla? ¿A quién benefició la eliminación del control
directo automático de principios activos monopólicos?
Obviamente, no favoreció a la salud pública”.
Cabría
esperar un mea culpa del Ministerio de la Protección Social en
el tema del precio de medicamentos: errar es humano y lo
importante es corregir para que la situación no siga
agravándose. Sin embargo, ¿cuántos miles de millones de pesos
le costó al Estado las medidas equívocas del Ministerio a
través de la CNPM? ¿Hasta qué punto la crisis del sistema de
salud se hubiera evitado, por lo menos en medicamentos, si se
hubiesen escuchado las alertas? Entes como la Contraloría y la
Procuraduría están en mora de investigar y pronunciarse, por
cuanto las pérdidas causadas al Estado y el desangre financiero
del sistema de salud tiene responsables y algunos pueden ser
funcionarios del más alto nivel, quienes por omisión o tomando
medidas equivocadas pusieron en peligro los recursos de la
Nación, acción que claramente tiene nombre: detrimento
patrimonial .
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