Con esta
base teórica no se podía evitar
emplearlo en los pacientes infectados
por el SARS-CoV-2, dada la urgencia
epidemiológica que estaba sufriendo el
mundo entero. Necesitábamos igualmente
demostrar su eficacia en la práctica
clínica con el máximo nivel de evidencia
requerido, ósea un ensayo clínico
prospectivo, aleatorizado doble ciego
que lo compare con placebo. Pues bien,
Yeming Wang et alR3,
llevaron a cabo un ensayo clínico
multicéntrico (10 hospitales en Hubei,
China.) con estas características, los
resultados de este ensayo clínico se
publicaban en The Lancet el 29 de abril
de 2020, en este articulo concluían que
no existía ninguna diferencia
estadísticamente significativa para
afirmar que el Remdesivir era superior
al placebo en la mejoría clínica de los
pacientes hospitalizados, tampoco tenía
ningún efecto benéfico en la caída de la
carga viral en los pacientes a los que
se les administraba el medicamento, por
lo tanto, efecto NULO comparado con
placebo tanto en la mejoría clínica como
en la caída de la carga viral del SARS-CoV-2.
Fig. 3 Resultados
estudio de Yeming Wang et al en The Lancet
Tras publicarse estos resultados, el
mismo día por la tarde (29/04/2020), se hacían públicos datos
preliminares de otro ensayo clínico (ACTT-1) patrocinado por la
NIH (National Institutes of Health) americana en el que se
evaluaba el Remdesivir vs placebo, este ensayo clínico había
empezado el 21 de febrero de 2020 y tenía planeado analizar al
último paciente reclutado el 21 de mayo del mismo año (https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04280705),
pero curiosamente deciden dar datos preliminares tres semanas
antes de lo previsto, justo el mismo día en el que Yeming Wang
publicaba los resultados de su estudio en The Lancet y en el que
concluían un efecto benéfico NULO del Remdesivir en el curso
clínico de los pacientes infectados por el SARS-CoV-2. Esta
premura por anunciar resultados puede justificarse por la
calidad y relevancia de los datos, esperábamos que nos
informaran que el Remdesivir disminuía de forma estadísticamente
significativa la mortalidad en todos los pacientes a los que se
les administraba el medicamento, pero este no era el caso, la
mortalidad global de los pacientes que tomaban Remdesivir era
del 8.0% versus 11.6% para los de la rama del placebo con una
p=0.059, por lo tanto a nivel global Remdesivir NO
disminuía la mortalidad de los pacientes, pero en esta
apresurada conferencia de prensa daban la “buena” noticia en
sentido de una recuperación significativamente (p<0.001)
más rápida (11 vs 15 días) a favor de los que tomaban el
Remdesivir, simplificando la manera de expresar estos
resultados, podríamos decir; “oiga, en general le podemos
decir que si está infectado por el SARS-CoV-2 y le administramos
Remdesivir, no tiene más posibilidades de vivir si tiene una
complicación grave y necesita ventilación mecánica invasiva o
no, pero la buena noticia es que va a estar hospitalizado 4 días
menos que si no se lo administrábamos, pero menor
probabilidad de morir, NO”.
Hay por lo menos dos cosas que son
realmente asombrosas de la manera en la que comunicaron estos
resultados; la primera, darlos por un medio de comunicación no
científico. En los casi diez años que me dedico a la
investigación, no recuerdo haber visto esta manera de comunicar
los resultados de un ensayo clínico; por medios de comunicación
distintos (televisión, redes sociales, etc.) a una revista
científica, creo que esta imagen del respetado Dr. Fauci junto a
un presidente americano que no lo es tanto, comunicando los
resultados preliminares del ACTT-1 pasaran a la historia como un
ejemplo a no repetir.
Fig 4.
Tweet de la cadena NBC News, conferencia de prensa Dr. Fauci
¿El segundo punto que llama la
atención, realmente había urgencia por anunciar que el
Remdesivir era superior al placebo para acortar el tiempo de
recuperación de los pacientes? ¿este dato era lo suficientemente
relevante para montar toda esta maquinaria mediática?, es por lo
menos llamativa la manera en la que decidieron comunicar estos
datos, finalmente no se daba una noticia que todo el mundo
esperaba, NO tenemos un medicamento que tenga la suficiente
potencia para demostrar que disminuye la mortalidad de forma
significativa cuando se los administra en todos los pacientes
infectados por el SARS-CoV-2. Pero esta noticia si tuvo un
efecto muy saludable en las acciones de Gilead, que llegaron a
máximos en el año 2020.
Fig. 4
Cotización de las acciones de Gilead el 29 de abril, dentro de
los niveles más altos en el semestre
3. ¿Cuál
es el verdadero impacto del Remdesivir en la supervivencia de
los pacientes infectados por SARS-CoV-2?
Algunos colegas que se dedican
a tratar enfermedades infecciosas han venido a equiparar la
acción del Remdesivir contra el SARS-CoV-2 a lo que fue el AZT
con el VIH a mediados de los años 80, creo que esta comparación
no es correcta, de hecho Remdesivir no logró mostrar ningún
impacto estadísticamente significativo en la supervivencia en la
totalidad de los pacientes tratados con este fármaco en
el estudio ACTT-1, estos datos ya eran adelantados por el mismo
Dr. Fauci en esta gran conferencia de prensa del 29 de abril
como lo explicamos anteriormente. Casi un mes más tarde, el 22
de mayo de 2020 se publicarían la totalidad de los resultados
del ACTT-1 en The New England Journal of Medecine, en este
artículo se detallan un poco más los datos de lo que a todo el
mundo le interesa en este momento, el impacto en la
mortalidad. Cuando analizan los datos en los subgrupos de
pacientes que participan en el estudio, concluyen un impacto
positivo del Remdesivir en la supervivencia de un grupo especial
de pacientes y estos eran aquellos que necesitaban
oxigenoterápia (fig
5 panel C), pero no en los pacientes
graves que requerían soporte ventilatorio, sea mediante
ventilación mecánica no invasiva, altos flujos de oxigeno o
mediante intubación orotraqueal, más aun desconcertante, los
pacientes sin síntomas de gravedad (que no requerían oxigeno)
tampoco tenían más supervivencia si se trataban con Remdesivir
comparado con placeboR4.
Fig. 5 Curvas de
mortalidad estudio ACTT-1 publicadas en NEJM
En resumen, si somos realmente
estrictos, solo tendríamos que administrar Remdesivir a las
personas que requieren oxígeno, como vemos en la imagen, las
curvas se separan solo en este grupo de pacientes. Es llamativo
que el fármaco no tenga ningún efecto en el resto de los
pacientes o por lo menos en los extremos de los casos, que
serían los que están muy graves y los que tienen pocos síntomas.
Por lo tanto, creo que no tenemos ninguna razón para llamar al
Remdesivir el AZT del Covid-19, por que no lo es. El
Remdesivir no ha demostrado disminuir la mortalidad de forma
global en todos los pacientes a los que se les administra este
fármaco.
Estos datos son reforzados con otro
artículo publicado por SpinnerR5
en JAMA el 21 de agosto de 2020 y en el que curiosamente el
autor referente o “corresponding author” es Diana M. Brainard
que trabaja para Gilead, la farmacéutica dueña de la patente del
Remdesivir. Pues bien, en este articulo evalúan el impacto de la
administración de 5 o 10 días de Remdesivir vs el tratamiento
estándar en la evolución del estatus clínico de los pacientes
con una infección leve por Covid-19 al día 11. La introducción
de este articulo esta plagada de mensajes que no son del todo
correctos, el primer mensaje que nos envían; “Remdesivir ha
demostrado un beneficio clínico en los pacientes con enfermedad
severa por Covid-19”, el beneficio que buscamos los médicos
que tratamos a nuestros pacientes con una neumonía grave por
Covid-19 es que no se mueran y esto NO ha sido demostrado por el
Remdesivir, en este artículo concluyen un impacto positivo
de la administración de Remdesivir durante 5 días en los
distintos niveles de estatus clínicos (predefinidos según una
puntuación) de los pacientes al día 11 del curso de la
enfermedad, pero nuevamente no hay ninguna diferencia en la
mortalidad de los pacientes que reciben Remdesivir durante 5 o
10 días vs placebo, no hay ningún impacto en lo más nos importa
a los médicos que tratamos a estos pacientes, disminución de la
mortalidad, los pacientes mueren globalmente en los mismos
porcentajes, se les administre o no Remdesivir. Lo llamativo de
este articulo es que los mismos autores concluyen, que el
impacto en la práctica clínica de esta mejoría del estatus es
incierto, pero el mensaje de un supuesto beneficio del
Remdesivir en los pacientes con una enfermedad leve por Covid-19
ha pasado como positivo para el fármaco si no somos un poco
críticos al momento de leer este artículo. Este no es el único
articulo que intenta pasar mensajes sobre valorados del
Remdesivir en la práctica clínica, en un editorial publicada en
NEJM, Lane C y Fauci AR6
hacen un análisis de los resultados publicados por el grupo
colaborativo inglés RECOVERY y el efecto protector de la
Dexametasona en la disminución global de la mortalidad de los
pacientes con una neumonía por Covid-19, en general se vio una
diferencia estadísticamente significativa en la mortalidad de
los pacientes a los que se les administraba Dexametasona
(482/2104 pacientes: 22,9%) vs el tratamiento habitual
(1110/4321 pacientes: 25,7%) a los 28 días de ser aleatorizados
a uno u otro tratamiento (ratio ajustado por la edad, 0.83; 95%
intervalo de confianza [IC], 0.75 a 0.93; P<0.001), por lo tanto
se puede afirmar que el administrar Dexametasona disminuye la
mortalidad de los pacientes con una neumonía por Covid-19 de
forma global, estos datos son más potentes si analizamos los
distintos subgrupos de pacientes (Fig. 6 a y b) y vemos que la
diferencia de la mortalidad es mucho más amplia en los pacientes
que requieren ventilación mecánica invasiva
(29.3%
vs. 41.4%; rate ratio, 0.64; 95% IC, 0.51 to 0.81), este efecto
benéfico de la Dexametasona disminuye pero sigue siendo
estadísticamente favorable a este fármaco en los pacientes que
requieren oxigenoterapia sin ventilación mecánica invasiva y
desaparece como era de esperar en los pacientes con una neumonía
que no requiere oxigenoterapiaR7.
El error del editorial de Lane y Fauci sobre estos resultados,
está en equiparar el efecto de la Dexametasona y Remdesivir
sobre la mortalidad de los pacientes con una neumonía por Covid-19,
ponerlos al mismo nivel es una observación totalmente sesgada ya
que la Dexametasona ha demostrado potente efecto benéfico en la
disminución de la mortalidad global de los pacientes al
contrario del Remdesivir.
Fig 6 Curvas de
mortalidad global y por subgrupos de pacientes tratados con
Dexametasona en el RECOVERY trial (NEJM)
4.
Necesidad de datos y análisis independientes para una práctica
clínica y prescripción farmacológica ética
En el momento actual el mundo está
enfrentando una crisis sin precedentes causada por un virus, los
médicos que nos dedicamos a tratar a los pacientes con
patologías infecciosas, en este caso específicamente la
infección por Covid-19, necesitamos información que salga de
estudios con el máximo nivel de evidencia y que sobre todo sean
independientes. Creo que el ejemplo del grupo colaborativo
RECOVERY es un ejemplo magnifico de cómo se puede generar
evidencia sobre distintas estrategias de tratamiento para el
Covid-19 con el máximo rigor y mínima contaminación por
probables conflictos de intereses relacionados con la industria
farmacéutica. En el otro extremo tenemos los datos publicados de
ensayos clínicos, en los que los autores de referencia están
ligados con la farmacéutica dueña de la patente de los fármacos
utilizados en los mismos, como es el caso del Remdesivir y
Gilead, si bien no ponemos en duda la veracidad de los
resultados publicados, pero sí creemos que la interpretación de
los mismos no son del todo neutros, ya que tenderán a sacar
algún aspecto positivo del fármaco aunque este no tenga en los
absoluto ningún impacto en la práctica clínica habitual. El Caso
del Remdesivir, un fármaco por el que se tiene que pagar algo
más de 3.000 dólares americanos por 5 días de tratamiento (su
producción tiene un coste de 10 dólares americanos) es un
ejemplo de este probable sesgo en el momento de analizar y
trasmitir los resultados de cualquier ensayo clínico patrocinado
por la farmacéutica dueña de la patente.
Conflictos de
Intereses:
Boris Revollo MD, PhD. Es
médico especialista en Medicina Interna y Enfermedades
Infecciosas por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB),
trabaja en el servicio de Infectología del Hospital
Universitario Germans Trias i Pujol de Barcelona y la fundación
Lucha contra el Sida y Enfermedades Infecciosas de Barcelona, es
además Doctor en Medicina por la misma UAB. Desde hace 10 años
se dedica a la investigación en el campo de la virología
clínica, especialmente VIH y papiloma virus humano (VPH), ha
sido co-investigador en distintos ensayos clínicos patrocinados
por la industria farmacéutica (Gilead, ViiV, MSD, Janssen), ha
recibido honorarios por conferencias relacionadas con la
industria farmacéutica (Gilead, ViiV, Janssen), ha recibido
financiamiento de la UAB y cosméticos MAC para desarrollar
ensayos clínicos en colaboración con el Hospital Carmelo de
Chokwé de Mozambique. Ningunos de estos aspectos han interferido
en los expresado en el presente artículo.
Referencias
R1. Fischl, M. A.
et al. The efficacy of azidothymidine (AZT) in the
treatment of patients with AIDS and AIDS-related complex. A
double-blind, placebo-controlled trial. N. Engl. J. Med.
317, 185–91 (1987).
R2. Hammer, S. M.
et al. A Controlled Trial of Two Nucleoside Analogues
plus Indinavir in Persons with Human Immunodeficiency Virus
Infection and CD4 Cell Counts of 200 per Cubic Millimeter or
Less. N. Engl. J. Med. 337, 725–733 (1997).
R3. Wang, Y. et
al. Remdesivir in adults with severe COVID-19: a randomised,
double-blind, placebo-controlled, multicentre trial. Lancet
395, 1569–1578 (2020).
R4. Beigel, J. H.
et al. Remdesivir for the Treatment of Covid-19 —
Preliminary Report. N. Engl. J. Med. 1–12 (2020) doi:10.1056/nejmoa2007764.
R5. Spinner, C. D.
et al. Effect of Remdesivir vs Standard Care on Clinical
Status at 11 Days in Patients With Moderate COVID-19 A
Randomized Clinical Trial. 94404, (2020).
R6. Lane, H. C. &
Fauci, A. Research in the Context of a Pandemic. N. Engl. J.
Med. 1–2 (2020) doi:10.1056/NEJMe2024638.
R7. Dexamethasone
in Hospitalized Patients with Covid-19 — Preliminary Report.
N. Engl. J. Med. 1–11 (2020) doi:10.1056/nejmoa2021436.
Ver en Internet:
https://www.med-informatica.net/TERAPEUTICA-STAR/REMDESIVIR_EvidenciaDiscutible_DrBRA_30ago20.htm
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